lunes, 31 de agosto de 2009

Ferrari, nueva versión

Quizá porque ciertos personajes del mundillo nos quitaron sus mejores años; Quizá porque la pérdida y posterior manipulación de pruebas indignaron a propios y extraños ante un caso de semejante magnitud; Quizá porque nuestro estado deportivo no podía permitirse una descomposición en la parcela ancha. Quien sabe, lo cierto es que el famoso "Caso Gurpegi" movilizó a una ciudad entera, consternada ante un hecho que, pese a generar dudas y certezas de veracidad, se llevó a cabo de manera manipuladora y fraudulenta.
Lissavetszky, o como quiera escribirse el apellido del lamentable protagonista, dictó sentencia: Culpable. El Ferrari rojiblanco va con gasolina súper. Yo he perdido las pruebas, pero manipularé las que tengo para que el motor del Athletic pase dos años con gato en rueda.
Bilbao echaba humo pese a conocer el historial del por aquel entonces médico del club. Bilbao era consciente de que Gurpegi podría estar implicado, pero sin pruebas el "18" era inocente.
Insistencia inútil, 2 años de sanción ignorando a la diosa Justicia.
Pero Carlos volvió, nadie dudó de que lo haría. Por su carácter batallador, por su sentimiento Athletic y por su afán en devolver todo el cariño recibido. Carlos volvió, y la Catedral le recibió con una fiesta, no era para menos.
Tras un tiempo de pruebas por las distintas posiciones en las que Caparrós se empeñaba en colocarle, el Ferrari ha salido del concesionario para ocupar el sitio que más le gusta, desde el que nos brindó su época dorada. La nueva versión ha perdido parte de su motor, pero ha ganado en confianza y seguridad, garantizándose la fidelidad de unos clientes que nunca le dimos la espalda.
Enhorabuena Carlos, de parte de alguien que nunca te dio por acabado.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Hace 26 años...

De vez en cuando, los caprichos metereológicos dibujan ciudades, pueblos enteros sumidos en catastrofes naturales de las que nadie puede estar a salvo. Lluvias torrenciales que arrastran sin piedad todo aquello que ose a encontrarse en su camino, sin pararse a pensar en el balance humano y económico que con ello conlleva.

Así ocurrió en nuestra ciudad aquel fatídico 26 de agosto de 1983, cuando en plena Aste Nagusi bilbaína, el río Nervión se desbordaba para eliminar a la Marijaia de las mentes de unos ciudadanos que no daban crédito a lo que estaba pasando. Se dice que las precipitaciones recogidas aquella mal recordada fecha, podrían estar al alcance de las registradas en el mismo marco geográfico durante la suma total de cualquier año, y todo ello partiendo de la base de que en el norte peninsular no llueve poco, precisamente.
Surgen dudas, preguntas, ¿era inevitable el desatre?. Difícil respuesta. Como difícil es encontrar una ciudad que en 1983 estuviese preparada para recibir una precipitación de tal calibre. Los ríos vascos de la vertiente cantábrica, por lo general cortos, debido a la proximidad de las montañas, y caudalosos debido a la frecuente irrupción de lluvias, habitualmente se muestran tranquilos, con un discurrir pacífico por su cauce.
Los ayuntamientos construyen sin control a sus orillas, sin pensar que, en un momento dado, estos fenómenos naturales pueden reclamar los terrenos que les corresponden, trayendo consigo inevitables desastres naturales.
Pero ahora, la preocupación es otra. ¿Está Bilbao a salvo de otra futura inundación? Los expertos no son del todo optimistas. Bien es cierto que se lleva años trabajando en ello, que los cauces de los ríos están vigilados con sistemas de alarmas prácticamente desde su nacimiento, pero la fuerza de la naturaleza es incalculable. Desgraciadamente, 1983 no fue el primer año que trajo inundaciones a la villa, pese a ser el único del que tenemos constancia. La esperanza está en pensar que pudo haber sido el último, y a eso tenemos que agarrarnos.
Hoy, 26 de agosto de 2009, recordamos a las 43 personas que perdieron la vida hace 26 años, y renovamos en la mente unas imágenes que, nosotros, solo hemos visto por televisión, pero que muchos tuvieron que vivir en primera persona.

lunes, 11 de mayo de 2009

Athletic y punto

En tiempos del Dream Team. En tiempos de Núñez y Cruyff, de Stoichkov y Laudrup, del Guardiola jugador. Hace ya muchos años, me dio por preguntarle a mi padre: ¿Por qué somos del Athletic? ¿Por qué no somos del Barsa que gana siempre y juega mejor?
Lógicamente, mi padre no le iba a explicar a un niño el motivo de algo tan evidente. Y no me lo iba a explicar porque estaba convencido de que por mí mismo iba a darme cuenta unos pocos años después. Tarde o temprano, el uso de razón iba a permitirme admirar los valores de un club sin igual en el mundo.
Eran los tiempos de Urrutia, de Larrazabal, de Garitano. Los tiempos de un Guerrero que empezaba y de un Rafa Alkorta que nos abandonaba con lágrimas en los ojos, porque lo primero de todo era el Athletic. El inicio de una década irregular, el inicio del olvido del sabor de la victoria que, según los mayores, había marcado nuestra historia.
Sinceramente, eso nunca me importó. ¿Por qué somos del Athletic?, ya lo sé. Somos del Athletic y punto, porque no hay que buscarle motivos al sentimiento. Somos del Athletic porque no serlo sería renegar de nuestra Tierra, de nuestras esencias, de nuestra cultura y de nuestra historia. Porque no ser del Athletic sería ser de algo que desconocemos, de algo que ellos mismos desconocen.
Y sí, hemos sufrido mucho, lo reconozco. Hemos sufrido mucho mientras otros levantaban Ligas, Copas y hasta Copas de Europa. Hemos sufrido mucho mientras otros viajaban por Europa con aires de grandeza y superioridad. Pobres vascos, cualquier año de estos bajan y no se acuerda de ellos ni la Santa Iglesia.
Error tras error, porque donde hubo fuego siempre quedarán cenizas, y porque la historia es sabia y tenía guardado un destino dorado para nosotros.
Bilbao se vistió de gala para recibir al Sevilla en la semifinal, y entre todos sacamos el billete para la finalísima de Valencia. Para ese duelo en la cumbre entre los dos mejores equipos de la historia de la Copa del Rey.


Y el momento llegó, nuestro Dios espera a puertas de Mestalla para ser adorado por sus fieles seguidores. Por todos aquellos que nunca le dimos la espalda pese a los muchos disgustos que nos ofreciese. Porque él es diferente, y porque nos hace diferentes a nosotros:
- Por recuperar las páginas más felices de nuestra magnífica historia
- Por consolidar la ilusión que se ha instalado definitivamente en nuestros corazones
- Por el rojo y el blanco unidos como colores del éxito
- Por vengar estos años tan negativos que nos acercaron al infierno
- Por todas las banderas y bufandas que dan colorido a Bizkaia
- Por los niños, por sus sonrisas cada vez que les visten con esa camiseta
- Por los mayores, por sus añorados recuerdos
- Por los que vivieron el éxito de hace 25 años, que quieren que nosotros lo conozcamos
- Por nuestras generaciones, las generaciones del sufrimiento
- Y por vosotros, por supuesto, por que entréis en la historia por la puerta grande
Por todos, entre todos. AUPA ATHLETIC!!

viernes, 24 de abril de 2009

Frentes de guerra

Agoniza Abril, y como cada año por estas fechas, la tabla clasificatoria de la Primera División echa humo.
Humo de victoria, ecológico, humo que no contamina en Barcelona. Fútbol de élite, del que enamora, del que es capaz de mantenerte inmóvil ante el televisor, con miedo a pestañear y perderte cualquier filigrana de esos magos del balón. Frente a ellos el Real Madrid, la historia, la grandeza del gigante por excelencia del fútbol mundial. El resultadismo, el gana como puedas y deja la belleza para otros. La polémica, los chanchullos directivos, las acciones descontroladas de sus futbolistas. En definitiva, un todo vale al que se agarran prensa y afición para dejar algo de vida al campeonato.
Dos nociones distintas de ver al deporte rey conjuntas en una carrera desenfrenada por alzar el título de Liga. Las apuestas se decantan por el preciosismo y el buen gusto, por la injusticia que supondría un cambio de tortilla final. Pero esto es fútbol, señores, y en su imprevisibilidad está su grandeza.
20 equipos, 20 motivos por los que morir semanalmente en el terreno de juego. Guerra por la Champions. Sevilla y Valencia, tanto monta y monta tanto. Año de irregularidades en las ciudades del Guadalquivir y del Turia. Y en el horizonte, el tercer puesto, ese que esta temporada da acceso directo a la mejor competición del mundo. Los chés, desahuciados hace poco, "Asturian conecting" mediante resucitan para recordar al país que siguen vivos. En Nervión tiemblan ante la llegada de los temidos Alpes.
¿Y la UEFA?, pues más de lo mismo. La sobresaliente plantilla del Villarreal, no parece a la altura que su reconocimiento internacional merece, y su afición se desespera viendo como el submarino amarillo hace aguas, complicándose una participación europea que parecía asegurada. Pero para afición desesperada, condenada a sufrir por los tiempos de los tiempos, la del Atlético de Madrid. Los colchoneros, fiel a su sobrenombre de Pupas, continúan ofreciendo una de cal y dos de arena, por más que Cerezo nos jurase por activa y por pasiva que la historia cambiaría.
Mención aparte merecen Deportivo de la Coruña y Málaga, con presupuestos alejados de las cifras que predominan hoy en día, y con plantillas humildes únicamente dedicadas a hacer lo que más les gusta, plantan cara al universo económico instalado en los puestos de honor de la otrora mejor liga del mundo.
Pero donde de verdad se palpará la tensión, será en los puestos bajos de la tabla. Sonrisas y lágrimas se sucederán jornada tras jornada en varios estadios de Primera División.
Candidato número uno, el Numancia. El equipo soriano se defiende cual ejército numantino a las puertas de consumarse su caída a los infiernos. No menos complicado parecen tenerlo el Recreativo y su imparable caída hacia el abismo durante un año 2009 digno de olvidar.
Pero, salvo la neutralidad suiza al parecer ejercida por el Valladolid, nadie está a salvo de la Liga Adelante. El Español toma aire tras varios meses sumergido en una pesadilla de la que no parecía poder salir; Osasuna, Mallorca y Betis ídem; mientras que Getafe y Sporting se complican la vida llegando al pozo en el momento menos indicado, en el momento que no permite una vuelta atrás.
Fuera de las apuestas parecen Athletic, Racing y Almería que, en situación holgada durante meses, esperan plasmar su sello de permanencia final en las próximas jornadas.

martes, 21 de abril de 2009

Rebellin, maestro

Nacido en 1971, Davide Rebellin va camino de su 38ª primavera. Algo que poca gente se atrevería a decir después de la nueva exhibición del italiano en el día de ayer.

Y es que, cuando la carretera alcanza pendientes superiores al 15%, y los codos se convierten en inevitables protagonistas de la carrera, Davide vuelve a sentar cátedra para recordar a Evans que tomar la iniciativa no es lo suyo, o para retrasar el estrellato de Andy Schleck, todo un campeonísimo mundial en potencia.

El transalpino se supo vencedor desde que las duras rampas del muro de Huy comenzaban a amenazar a un pelotón inusualmente numeroso del que, animados por la agradable temperatura, saltaban a cuentagotas unidades de ciclistas con escasas opciones de victoria.
Y es que ayer era el día del maestro, de la experiencia no exenta de calidad. Máxime cuando Alejandro Valverde sufría su falta de preparación y perdía unidades en un grupo que no entiende de nombres, ni de palmarés.
Con el murciano sin opciones, y Cúnego retorciéndose sobre la bicicleta, Evans derrochó fuerzas para reducir el número de aspirantes a alzar los brazos en meta. Craso error, Rebellin seguía los movimientos del australiano, Rebellin sabía que nada iba a fallar.
Y nada falló, a 200 metros llegó el latigazo definitivo. El golpe de pedal que obligaba al jovencísimo Schleck a conformarse con la plata, el golpe de pedal que devolvía a Evans a la Tierra.

Una vez más, Huy dictó sentencia. Rebellin se doctoró por tercera vez en territorio valón; Samuel Sánchez logró una meritoria cuarta plaza; y Valverde, favorito de salida, acabó séptimo. El domingo Lieja espera al pelotón, pero no lo olviden, la experiencia es un grado.

Lo nunca visto

Primero fue el penalti, después llegó la salvajada.
Patadas reiteradas a un contrario tendido en el suelo; sendos puñetazos en las caras de Albín y Gavilán; mención desproporcionada a las madres de todo el colectivo arbitral; celebración con los compañeros de campo estando expulsado con roja directa... Todo eso sumó Pepe a un penalty dudoso al que, su actitud, eliminó de la polémica.
Ayer fue un día histórico. Un día de ingrato recuerdo para los que tuvimos la poca fortuna de presenciar tal acto. Por lo que a mí respecta, nunca había visto nada tan lamentable en un campo de fútbol de la Liga española. Terreno ayer transformado en cuadrilátero especial para los desahogos fascistas de la peor calaña futbolística que jamás vistió la camiseta del Real Madrid. Y es que, si por algo se ha caracterizado el club merengue, a lo largo de su centenaria historia, es por su carácter señorial, por la caballerosidad que le llevó a convertirse en el mejor equipo del siglo XX.
Y lo más triste de todo, es quien o quienes le secundan. Quienes se degradan hasta tal punto de insultar a su propia inteligencia defendiendo lo indefendible. Porque, aunque crean que no, hay quienes aplauden este tipo de actos. Empezando por el sector más ultra del equipo de la capital, y extendiéndose (en núcleos pequeños, eso sí) a lo ancho y largo de la península.
No obstante, es momento de confiar en la justicia federativa, en que estos no miren el carné de identidad o el equipo al que pertenece tal energúmeno, y se fijen única y exclusivamente en el ejemplo que el central madridista dictó ayer a todos los niños del país, que tenían en Pepe un central digno de admirar (como futbolista es un fuera de serie, no lo olvidemos).
Pienso que alguien debería enseñarle a este individuo que el césped del Bernabeú no es una favela, ni un potrero, ni el descampado de un poblado chabolista. El césped del Bernabeú es un lugar público plagado de cámaras, cuyas imágenes se emiten en todo el mundo, con la reputación perdida correspondiente.
Para ir buscándole un fin a el despropósito ayer vivido, no ignorar, por menos grave, las constantes provocaciones de Marcelo al Getafe al completo. Provocaciones ya habituales en un jugador al que la camiseta blanca le viene muy grande.
Sí, lo sabemos Raúl, este no es el Madrid que tú conociste. Este no es el Madrid admirable de épocas pasadas.
P.d. Cómo podéis imaginar, el resultado (3-2), fue lo de menos.

Que nadie se olvide

Muchas son las páginas doradas en nuestra memorable historia. Una historia marcada por la más peculiar de las filosofías, acompañante fiel de todas y cada una de las andanzas de este gigante del norte al que con tanto orgullo nos alegramos de pertenecer.

Hemos sido muy grandes, sí, y lo seguiremos siendo hasta el fin de los tiempos, pero no por ello debemos olvidar los terribles años que nos preceden, de los que también podemos aprender, y no poco, precisamente.
El Athletic se ha batido contra todo tipo de tempestades, caprichos de la vida que nos arrastraban sin freno hacia las garras de la segunda división. Peligro ante el cual hemos osado a resistir entre todos, jugadores y afición unidos en una única lucha que nunca imaginamos perder.
Y bien, la guerra se ganó la temporada pasada, pero es momento de consolidar nuestra pequeña revolución, fortaleciendo las bases para no volver a sufrir, algo en lo que todos estaremos de acuerdo, supongo.

Nuestro mayor problema empezó cuando creímos que el huracán se había ido, y que por arte de magia volvería la paz a las agitadas aguas del Nervión.
Pero la famosa "mancha de petróleo" en la centenaria e inmaculada elástica rojiblanca, unida a la inoportuna venta de Aduriz generó demasiada mar de fondo para un barco en construcción, que se tambalea a las primeras de cambio. No obstante, la plantilla se estabilizó, y una impecable recta final en la primera vuelta nos invitó a soñar con el definitivo fin (valga la redundancia) de la pesadilla. Craso error.

La Copa, trofeo por excelencia de nuestro club, actuó de espejismo para no dejarnos ver la cruda realidad que representaba el lamentable inicio del segundo ciclo de la Liga. "El Athletic no tendrá problemas después de los Alpes", o "llegaremos salvados al 13 de Mayo" fueron las frases más repetidas por la parroquia rojiblanca durante el mes de Marzo y el comienzo de Abril.

Ahora, a 3 semanas de la gran cita, vuelven a visitarnos nuestros fantasmas más recientes, de un agresivo que asustan a cualquier incondicional rojiblanco que se preste. Y, precisamente ahora, es momento de llevar a la práctica lo aprendido en las últimas fechas porque, entre todos, lo sacaremos adelante.
Debemos saber que, entre el blanco y el negro, hay más colores que se ajustan a nuestra situación, y que ni la euforia magnificada ni el pesimismo propio de equipo pequeño van a ser nuestros mejores compañeros de viaje.


P.d. Para todo ello, debemos confiar ciegamente en el entrenador y en la plantilla. Y la temporada que viene, a su debido tiempo. Que somos el Athletic, coño.
Empezamos esta tarde en Soria, un tipo de final al que ya estamos acostumbrados.